Calendario.
He marcado con una
“x” un mapa de tiempo
por si un día te
pierdes y decides buscarme.
Me encontrarás, lo
sé, en ese beso…
que un día, de la
nada, decidiste tú robarme.
Que placer sería
sentirte de nuevo,
en otro lugar, en
otro tiempo…
Y sin motivos más
para alejarse.
Te dejo, pues,
marcado el calendario
por si un día el tiempo
vuelve.
Una brújula hacia
el inventario
de todos los besos
que
(aún sin saber),
te pertenecen.
Te diré entonces
(si es que quieres)
cuanto te he
extrañado desde siempre,
que no he dejado
de mirarte nunca…
Desde que llegaste
un día,
en aquel problemático
noviembre.
-Calendario-
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